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Arquitectura brutalista

Por 16 junio, 2023 Sin Comentarios

En el vasto universo de la arquitectura, una corriente ha emergido con una presencia imponente, tanto física como conceptual. La arquitectura brutalista, un estilo arquitectónico que ha dejado una marca indeleble en el paisaje urbano y en la historia de la construcción. A lo largo de las últimas décadas, los edificios brutalistas han sido elogiados y cuestionados. Sin embargo, la relevancia y el impacto de esta corriente siguen siendo incuestionables.

Los orígenes del brutalismo se remontan a mediados del siglo XX. Época en la que la Europa de la posguerra buscaba reconstruir sus ciudades devastadas y plasmar en ellas un nuevo espíritu. Fue en este contexto que los arquitectos comenzaron a explorar una estética que se caracterizaba por la monumentalidad, la simplicidad y la honestidad de los materiales. El brutalismo es un nombre que proviene del término francés «béton brut», hormigón crudo. Se fundó en la idea de que el hormigón en bruto era el material idóneo para expresar las virtudes de la arquitectura moderna.

La corriente brutalista destacó por su enfoque en la forma y la masa, priorizando la expresión de la estructura y los sistemas constructivos. Así, se caracterizó por su aparente falta de ornamentos y detalles. Estas características dieron paso a una estética austera y minimalista. Detrás de su aparente sencillez, se encuentran complejos sistemas constructivos y una cuidadosa consideración del espacio y la luz.

Edificio de arquitectura brutalista

Ilustración 1- Edificio de arquitectura brutalista – Imagen Unsplash

Sistemas constructivos

Los sistemas constructivos utilizados en la arquitectura brutalista también merecen una mención especial. Los arquitectos se especializaron en encontrar formas innovadoras de ensamblar los elementos de hormigón. Así, exploraron nuevas técnicas de encofrado y utilizaron vigas y pilares expuestos para resaltar la estructura. Este enfoque estructural revelador fue uno de los rasgos distintivos del brutalismo, ya que desafiaba la tradición de ocultar estos sistemas detrás de capas de revestimiento.

En este estilo predominan las líneas rectas y las formas angulosas. Creando así, edificios cúbicos y repetitivos ya sea el hormigón visto, con su superficie en bruto y textura áspera, o los paneles prefabricados que permiten experimentar con diferentes acabados y patrones. Este material demuestra su versatilidad y resistencia. Y, además, se convierte en una herramienta indispensable para la materialización de estas obras arquitectónicas.

Interior de fachada brutalista

Ilustración 2 – Interior de fachada brutalista – Imagen Unsplash

El centro Cultural Trellick Tower y el brutalismo en estado puro

La Trellick Tower, ubicada majestuosamente en el corazón de Londres, emerge como un faro arquitectónico de la corriente brutalista. Fue diseñada por el visionario arquitecto Ernő Goldfinger en la década de 1970. Esta imponente torre de apartamentos se ha convertido en un icono inconfundible del paisaje urbano londinense.

Su forma simbólica y su fachada de concreto expresivo capturan junto a sus líneas verticales audaces y sus balcones suspendidos que otorgan una sensación de movimiento y dinamismo a la estructura. Sin embargo, lo que realmente distingue a la Trellick Tower es su atención meticulosa a los detalles.

Desde sus ventanas asimétricas hasta su uso magistral de la luz y la sombra, cada aspecto de este edificio ha sido cuidadosamente considerado para crear una experiencia estética y funcional única. El hormigón visto tiene una superficie en bruto y textura áspera. Además, enfatiza el carácter brutalista de la Trellick Tower, dándole una sensación de solidez y autenticidad.

Sus apartamentos están dispuestos en diferentes niveles. También, ofrecen vistas panorámicas de la ciudad y una variedad de espacios interiores fluidos. El enfoque en la vida comunitaria y la integración de áreas sociales y recreativas demuestran la visión holística de Goldfinger para la vida urbana.

Centro Centro Cultural Trellick Tower en Londres

Ilustración 3 – Centro Centro Cultural Trellick Tower en Londres – Imagen Istock

Un faro en la ciudad con la Torre Velasca de Milán

Con su forma distintiva en forma de seta invertida, la Torre Velasca se eleva con elegancia, desafiando las convenciones estilísticas de su época. Se encuentra situada en el corazón de Milán. La torre se alza como un icono arquitectónico que fusiona audazmente la historia y la modernidad. Diseñada por los arquitectos Luigi Moretti y Eugenio Gentili Tedeschi en la década de 1950. Esta estructura es un hito indiscutible en el paisaje urbano de la ciudad.

Su fachada está compuesta por una combinación armoniosa de hormigón, ladrillo y piedra. Confiere una riqueza visual que evoca la herencia arquitectónica milanesa con un enfoque audaz y novedoso. Por ello, se convierte en un testimonio del ingenio creativo y la visión vanguardista de la ciudad.

En su construcción, se preservaron fragmentos de la antigua muralla medieval de Milán, integrándolos armoniosamente en el diseño del edificio. Este diálogo entre pasado y presente confiere una dimensión adicional a este edificio, convirtiéndolo en un símbolo de la evolución y la continuidad de Milán a lo largo de los siglos.

Horizonte de Milán con la Torre Velasca

Ilustración 4 – Horizonte de Milán con la Torre Velasca – Imagen Istock

La arquitectura brutalista se erige como un testamento audaz a la capacidad del diseño arquitectónico para desafiar convenciones y dejar una huella perdurable en el paisaje urbano. A través de su expresión cruda y honesta de los materiales, su enfoque en la estructura y su monumentalidad imponente, yergue como una manifestación valiente de la creatividad humana, despojada de ornamentación superflua y enfocada en la esencia misma de la construcción.

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