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Soluciones inteligentes para construir edificios sostenibles

Por 7 octubre, 2022 Sin Comentarios

El desarrollo de la tecnología ha supuesto para el sector de la arquitectura, un avance hacia la construcción de los proyectos del futuro. Edificios inteligentes forman ciudades que incluyen obligados conceptos como la usabilidad, seguridad y accesibilidad para favorecer a los individuos, pero también al medio ambiente.

En este contexto, y apoyado en ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la Agenda 2030, la arquitectura se enfrenta a desafíos para abordar los grandes retos globales y alcanzar la sostenibilidad del planeta. Así, muchos países como India, Estados Unidos o España, cuentan con profesionales de la arquitectura altamente implicados en ofrecer soluciones para transformar las viviendas y edificios de la ciudad, en espacios más eficientes.

Pero, ¿qué objetivos tiene un Smart Building y cómo crear proyectos arquitectónicos inteligentes? En el blog de hoy te contamos los aspectos más importantes de los Smart Buildings para el sector de la arquitectura. Entender cómo funciona y cómo aplicarlo a cada proyecto es esencial.

Las claves para proyectos Smart Building

Los Smart Buildings son el futuro de las ciudades. Se trata de edificios que utilizan las nuevas tecnologías como el IoT (Internet de las Cosas) desde la concepción del proyecto, con el objetivo de aumentar la eficiencia energética, la usabilidad y la accesibilidad.

Sus objetivos, son aplicables a la proyección de edificios de todo tipo, tanto públicos como privados, de obra nueva o rehabilitación. Sus conceptos y aplicación deben ser entendidos por arquitectos y constructores de manera obligada, pues la implicación forma parte de un acuerdo mundial como es La Agenda para el Desarrollo Sostenible. Así, la principal aplicación de un Smart Building pasa por ofrecer una gestión y control automatizado del edificio.

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Ilustración 2 Foto de Wes Hicks en Unsplash / Duke Energy Center, Carolina del Norte

Funcionamiento de un Smart Building

La inmótica y la domótica son los conceptos que encierran una serie de aplicaciones tecnológicas. Permiten crear edificios más sostenibles y eficientes. Por un lado, la inmótica hace referencia a aquellos edificios que no son viviendas. Mientras que la domótica se especifica en la automatización dentro de una vivienda privada. Estos sistemas de control se aplicarán a una red eléctrica a través de otros elementos como sensores, actuadores y sistemas de control.

Soluciones para crear edificios inteligentes

A la hora de crear nuevos proyectos, tanto de viviendas como otro tipo de espacios, es esencial que el estudio tenga en cuenta cuatro ámbitos de actuación para aplicar las nuevas tecnologías.

En el ámbito económico, el edificio está obligado a emplear sistemas que ofrezcan un ahorro en el consumo de energía, con la finalidad de mejorar la emisión de carbono. Pero, también, para reducir los costes de mantenimiento. Podría ser la inclusión de instalación de energías renovables como paneles solares. O, también, la rehabilitación de edificios que incluyan sistemas de aislamiento térmico.

A nivel ambiental, se propone que un Smart Building cuente con espacios dedicados a la naturaleza. Como, por ejemplo, una instalación de zonas ajardinadas y las energías renovables anteriormente descritas. Crear sistemas de recogida de agua fluvial e integrarla con el sistema de regadío, podría ser una excelente solución en cualquier proyecto de Smart Building.

Desde el punto de vista tecnológico, un edificio inteligente integra todos sus sistemas de control en una plataforma. Esto permite que se recopilen datos que pueden ser utilizados a través del Big Data y el Machine Learning. Una manera de aportar nuevas mejoras que permitan cumplir con los propios objetivos de la Agenda 2030.

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Ilustración 3 Foto de Teymur Mammadov en Unsplash – Centro Heydar Aliyev / Zaha Hadid

Por último, a nivel arquitectónico, un Smart Building debe apostar por la ergonomía, la seguridad y la funcionalidad. De esta manera, se asegura el confort de las personas que ocupan el espacio. No se debe olvidar que un Smart Building debe ser proyectado arquitectónicamente desde la flexibilidad. El objetivo es integrar los avances que la tecnología pueda desarrollar en el futuro. Además, la importancia de integrar el espacio circundante con el edificio, tan característico de proyectos como los de Zaha Hadid, es una máxima esencial a tener en cuenta para que el proyecto cuente con un compromiso medioambiental íntegro.

Proyectos Smart Buildings alrededor del mundo

Para ejemplificar cómo se integran las soluciones tecnológicas de modo práctico, nos centramos en algunos ejemplos de edificios. Estos proyectos están aplicando las nuevas tecnologías para diseñar proyectos y construir las ciudades del futuro.

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Ilustración 4 Foto de Todd Gardner en Unsplash

World Trade Center de Bahrein

World Trade Center de Bahrein es uno de los edificios más altos de Baréin. Destaca por ser el primer rascacielos en integrar aerogeneradores en su diseño. Algo poco común en edificios urbanos por la complejidad de la instalación. Las turbinas forman parte del paisaje de la ciudad de un modo espectacular. Y, al mismo tiempo, la generación de energías renovables se establece como un importante compromiso con el medio ambiente. Así, este edificio se dispone de manera estratégica hacia el norte, permitiendo canalizar el fujo del aire con tres turbinas que se sujetan mediante pasarelas. La importancia radica en que la cantidad de renovable generado, suple el 15% de las necesidades energéticas de ambas torres.

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Ilustración 5 Foto de Annie Spratt en Unsplash / Supertree Grove

Supertree Grove

Supertree Grove, se encuentra en la región central de Singapur. Es un excelente ejemplo de la integración de la última tecnología en el espacio público. Un lugar que apuesta por la sostenibilidad de los seres humanos a través de una experiencia única. Al mismo tiempo su compromiso con el medio ambiente se ejemplifica a través de sus imponentes estructuras de acero recubiertas de vegetación. Estas recogen agua fluvial para acumularlas en células fotovoltaicas. Esta energía es empleada para retroalimentar la instalación con una iluminación nocturna que atrae y produce emociones mágicas. Además de la energía solar, este espacio urbano cuenta con invernaderos que consiguen aprovechar el calor residual. Y lo hacen a través del uso de una turbina de vapor que se alimenta con desechos hortícolas de Singapur.

Duke Energy Center

Duke Energy Center es un rascacielos situado en Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos. Con una certificación LEED Platino, se certifica el compromiso medioambiental de este proyecto arquitectónico, desde su diseño hasta su construcción. Este imponente edificio urbano, incluye dispositivos de fontanería que permiten una reducción en el gasto de agua. A través de la recogida de agua fluvial, se recarga el sistema de refrigeración del propio edificio. También cuenta con un jardín en la azotea que permite reducir las cargas de calefacción y refrigeración en el edificio. Además de persianas que aprovechan la luz del día, moviéndose de manera automatizada con el ángulo del sol y estaciones de carga de vehículos eléctricos.

Sin lugar a duda, estos ejemplos demuestran que cada vez se está más cerca de crear ciudades eficientes, y edificios en consecuencia. Estructuras que apuestan por la ergonomía, la seguridad y la funcionalidad. Proyectos arquitectónicos que miran a un fututo sostenible que apuesta por el bienestar de las personas y del planeta.