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Reflejos efímeros en la ciudad de Arlés

Por 30 diciembre, 2022 Sin Comentarios

La capacidad de prestigiosos arquitectos para modificar el skyline de ciudades sobrepasa los límites de la maestría. Sobre todo en el momento en el que mencionamos al reconocido Frank Gehry. Un evidente ejemplo de este arquitecto que celebra su veinticinco aniversario, es el afamado museo Guggenheim de Bilbao.

Frank Gehry, más allá de esta magistral arquitectura, cambió la concepción de la capital vasca. Y, además, ha conseguido enfocar otras ciudades desde una perspectiva disruptiva. Es el caso de la ciudad de Arlés la cual, aleja de la tradición estética francesa y la acerca a un imponente estilo de pura vanguardia.

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Ilustración 1 Foto de Baptiste Buisson en Unsplash

Así es una de las últimas aportaciones de Gehry. El llamado Luma Arlés se convierte en un espacio expositivo que la Fundación Luma corona a través de The Tower. Que fue diseñada por el premio Pritzker en Arquitectura en 1989.

Una piel de acero para reflejar la sensibilidad de la naturaleza

Situado en una antigua zona industrial llamada Parc des Ateliers, la fundación Luma Arlés rehabilitó un espacio urbano emblemático. Y lo hizo junto con el trabajo de rediseño de Selldorf Architects de Nueva York. Pero existe un elemento reconocible desde cualquier punto de la ciudad francesa que vivió la historia de Vincent Van Gogh. Es la coronación del edificio mediante la construcción de The Tower, inaugurada en 2021.

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Ilustración 2 Foto de Baptiste Buisson en Unsplash

 

La inspiración: los acantilados de los Alpilles,

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Ilustración 3 Foto de Claudio Poggio en Unsplash

Recibiendo una gran cantidad de opiniones desde su proyección. Por ello, la torre podría acercarse a una escultura arquitectónica o una arquitectura escultórica. Con cierta experiencia onírica, su estética es brillante, cambiante y efímera. Y propone una luminiscencia especial a una ciudad movida por el arte y la cultura.

The Tower es una construcción de 56 metros de altura que conforma 12 plantas dedicadas a la cultura.  Se convierte en un hito arquitectónico, en tanto que destaca visualmente en una ciudad de estética menos vanguardista. Esto evidencia la fuerte aportación de Gehry a un skyline contemporáneo.

La reflectante torre, se levanta sobre un edificio circular de inspiración romana. Un estructura que crece con una altura de aproximadamente 17 metros y un diámetro de 54 metros. Sin embargo, el elemento que más impresiona de esta parte de la construcción es el empleo de 670 toneladas de cristal. Un material que envuelve esta base sobre la que se levanta The Towe. Y, que, además, está compuesta por casi 11.000 paneles de acero inoxidable que marcan el reconocido estilo del arquitecto Frank Gerhy.

Precisamente, es a través de la inclusión de estos paneles de aluminio de estilo irregular, desde donde se recubre una estructura geométrica retorcida de acero con núcleo de hormigón armado. Estos paneles crean unas particulares composición en fallas que permiten establecer una comunicación directa con el ciclo lumínico de la naturaleza. Sobre ellos, un reflejo incandescente supone una nueva relación con los habitantes de la ciudad francesa. El arquitecto acogió inspiración de los acantilados de los Alpilles, las rocas fantasmagóricas de Baux-de-Provence y el pincel de Van Gogh, para crear este sensorial elemento que corona un imponente complejo de 15.000 metros cuadrados de superficie destinados al arte y la cultura.

Un estilo marcado por el movimiento

The Tower es un claro ejemplo de un estilo arquitectónico que define un modo de mirar el proyecto desde la introspección y la reflexión, empleando el material y sus efectos para proporcionar una nueva manera de pensar la ciudad.

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Ilustración 4 Foto de Baptiste Buisson en Unsplash

De tal modo, en cada uno de los proyectos liderados por Gehry se puede observar ese juego constructivo precisamente a través de la deconstrucción. El deconstructivismo supuso un movimiento donde los elementos se fragmentan para invitar al caos, donde lo inconexo remueve las conciencias de quien, con inocencia, observa la obra.

Así, la obra de este reconocido arquitecto, roza lo pictórico y se inclina hacia una obra de estilo cubista. Este efecto se mantiene como una filosofía dentro de cada una de las proyecciones de Frank Gehry quien entiende la arquitectura como un modo de marcar aquel lugar en el que se sitúa. Además, la fuerte influencia que recibe de Le Corbusier impregna proyectos llenos de funcionalidad y flexibilidad espacial, sin dejar de lado un diseño pulido y reconocible.

Las morfologías de sus edificios se rompen y descomponen para proporcionar una sensación que, junto con el reflejo de los materiales empleados, componen un resultado diferenciador.

Más allá del Museo Guggenheim de Bilbao, Walt Disney Concert Hall, o la Fundación Louis Vuitton, The Tower de Luma Arlés es la muestra de una vida dedicada a la proyección arquitectónica.

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