Entrevistas

Vinu Daniel: «Ser ecológico ya no es una opción sino una obligación para los seres humanos en el siglo XXI»

Por 13 agosto, 2021 Sin Comentarios

Vinu Daniel fundó en 2007 su proyecto Wallmakers, después de trabajar en construcciones hechas tras un tsunami. La compañía utiliza barro y desechos como principales materiales de construcción, y está impulsada por la arquitectura ecológica, sostenible y económica. Vinu Daniel ha ganado premios por sus construcciones económicas y ecológicas. Uno de sus objetivos es el de concienciar sobre la necesidad de construir con materiales y recursos naturales.

¿Cómo se le ocurrió la idea de Wallmakers?

Después de graduarme en 2005, colaboré con el Auroville Earth Institute para el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en la construcción llevada a cabo tras un tsunami.

Al volver de Pondicherry en 2007, empecé «Wallmakers». La compañía fue bautizada así por otras personas ya que el primer proyecto consistía en construir un muro de recinto con ladrillos de barro y botellas de cerveza abandonadas.

Los principios de sostenibilidad y coste-eficacia impulsan todos tus proyectos. ¿Qué significa esto para ti?

Vivienda diseñada por Wallmakers

La idea es la de construir espacios sostenibles que responden a contextos y condiciones específicos del lugar. Al mismo tiempo, se busca mantener un equilibrio entre diseños innovadores y funcionales. Todo lo que existe en la naturaleza es una obra de arte. Por tanto, el arte nos rodea. En este sentido, ¿no deberíamos tener edificios que reflejan esto?

¿Has trabajado alguna vez en proyectos que no incluyen productos naturales como los desechos o el barro? Y si es así, ¿qué hizo que cambiaras tu rumbo y te dieras cuenta de que no era eso lo que querías hacer?

Claro que sí, era difícil conseguir estos proyectos al principio, hasta tal punto que proyectaba y presentaba un sinfín de edificios que no llegaron a realizarse. Sin embargo, siempre seguía mis propias reglas de no comprometerme y no hacer proyectos mal concebidos en los que no creía.

¿Cuáles son algunos de los retos más difíciles en este tipo de construcciones a los que has tenido que afrontar?

Hay nuevos retos cada día cuando intentas innovar, que es lo que hacemos con nuestros proyectos.

Queda claro que una de las cosas que te motiva a ti y a tus diseños es la de ayudar a los demás. ¿Podrías decirnos algo más sobre tus inspiraciones y motivaciones?

Nací y me crie en Oriente Medio. Siempre quise ser músico.

Sin embargo, mis padres querían que escogiera una carrera convencional. Después de acabar la escuela en Abu Dabi, volví a Kerala para estudiar arquitectura en la Escuela de Ingeniería en Thiruvananthapuram. Elegí la arquitectura porque creía que era un espacio para la creatividad en el que podía expresarme. No sabía lo que me esperaba. Al cabo de un año o dos, me quedé decepcionado con el marco pedagógico con el que se enseñaba. Era difícil adaptarme a ello y sentí que la arquitectura trataba de satisfacer el ego propio. No obstante, un encuentro al azar con el arquitecto Laurie Baker en el cuarto año de carrera tuvo un impacto fundamental y empecé a enamorarme de la arquitectura.

Cocina diseñada por Wallmakers

Baker explicó cómo los edificios podían coexistir con la naturaleza y evitar la generación de desechos. También me dijo algo muy profundo sobre un encuentro fortuito que había tenido con Mahatma Gandhi. Una de las cosas que dijo Gandhi ha influido mi manera de pensar: la casa idónea en el pueblo idóneo se construirá con materiales que se encuentren en un radio de 8 kilómetros de la casa. Hoy en día, todo lo que nos rodea son desechos, así que nosotros los empleamos para la construcción.

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