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Superficies con cuarzo para innovar en un restaurante de tradición pesquera

Por 22 noviembre, 2019 Sin Comentarios
El Sopa

La esencia de El Sopa sigue latiendo bajo la nueva barra de cuarzo negro, diseñada por el arquitecto Ismael Virués Mera.

La esencia de El Sopa que fundó Pepe Olmedo en 1964 sigue latiendo bajo la nueva barra de cuarzo negro. En eso los vecinos de Conil de la Frontera pueden estar tranquilos, pues el salto hacia la modernidad y la innovación emprendido por el insigne restaurante de tradición marinera ha respetado los valores con los que creció y crece en el número 32 de la calle Cádiz.

En verano de este mismo año, El Sopa estrenó la reconstrucción de su local con un completo cambio de look y distribución, incluido un nuevo sótano donde se ubican los servicios y espacio de almacenamiento. Esta propuesta, en lo estético, parte de una mirada al entorno, a su gente, al producto local y a la variedad gastronómica que ofrece la tierra y mar.

El responsable de dicha propuesta es el es el arquitecto Ismael Virués Mera, que detalla así el proyecto: “La cocina, alma del establecimiento, debía plantearse como carta de presentación a todo visitante, dado que se ubica frente al acceso. Teníamos un concepto claro donde el producto fresco y la tradición pesquera eran inspiración para crear la pieza de la cocina, un espacio abierto con una envolvente única junto a la barra. En este sentido, se buscaron materiales que en su conjunto fueran atractivos al visitante y aportaran elegancia a la nueva imagen del restaurante”.

Entre estos materiales destaca el cuarzo negro de Compac, que, según cuenta el arquitecto, se empleó para los acabados de la barra y la cocina de planta baja que se presenta abierta al público, así como para las zonas de lavabo en los dos aseos, ubicados en planta sótano. “Terminamos encontrando la solución que actualmente vemos, cocina y barra ejecutadas mediante chapa deployé en su color y enmarcadas por un cuarzo negro de Compac, que vienen a recordarnos las escamas de un pez entre sistemas artesanales de pesca”, apunta Ismael Virués.

Asimismo, en lo relativo a los aseos, estos se presentan con sello propio de identidad, una llamada a los auténticos Soperos y Soperas, aseos marcados con el producto estrella del local: sus arroces. “El espacio debía tener carácter y vida propia, en consonancia con la propuesta para el restaurante, por lo que el espacio quedó definido por la pared al fondo y el techo, con alicatado cerámico en verdes destonificados, que nos recuerdan el mar, enmarcado por una línea envolvente en color negro que da continuidad a la zona de lavabo resuelta mediante un cuarzo negro de Compac”, apunta el arquitecto.

Todos los cambios introducidos en el restaurante sirven para actualizar un espacio que lleva medio siglo ofreciendo platos de cocina tradicional caracterizada por sus arroces, el producto fresco y la cocina a la brasa, en un ambiente familiar de estilo marinero.

El adjetivo tradicional no es gratuito, pues su entorno más próximo, Puerta Cai, de pasado pesquero y hoy foco de afluencia turística, era el punto de encuentro de pescadores y gente de mar que. En 1964 aún no existía puerto pesquero, de modo que los botes varaban en la playa, desde donde salían a pescar empujados por los pescadores a puro pulmón y potencia muscular. De vuelta, descargaban la pesca en la orilla del mar y realizaban las faenas de remienda y todos los trabajos necesarios en los botes.

Este pasado inspira e invita a potenciar la relación interior-exterior, de estrecha vinculación pesquera, creando una fachada como lienzo en blanco sobre la que se presenta un nuevo espacio expositivo: aquí quedan expuestas fotografías de los años 70 en las que se captan las labores de la pesca artesanal, imágenes que sirven de homenaje a los pescadores de aquellos años.

Pero, ¿cómo encaja el cuarzo de Compac en esta ambientación pesquera? Según Ismael Virués, este material no solo encaja con la decoración de tipo marinera, sino que ha sido capaz de dar vida a un boceto, a unas intenciones, que se han logrado plasmar en la ejecución de dichos elementos. “En este caso concreto buscábamos un material resistente para la zona de barra y lavabos pero que a su vez ofreciera unas prestaciones e impacto estético únicos. Fue así como dimos con este material; frente a otras alternativas, nos ha ofrecido un resultado inmejorable”.

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